El finiquito es la liquidación cuando un trabajador abandona una compañía, y es obligatoria. La indemnización solamente se produce en algunas ocasiones, cuando se considera que se tiene que compensar económicamente a un empleado por haberle perjudicado laboralmente. Ambas están incluidas en el Estatuto de los Trabajadores.
¿Qué es el finiquito por despido?
El finiquito es la cantidad que te tiene que pagar la empresa cuando se termina la relación laboral. Esto es obligatorio, independientemente del tipo de baja del empleado, si ha sido voluntaria o no. En este documento se incluyen el sueldo por los días trabajados del mes que te marches, las horas extras si las hubiese y las vacaciones pendientes. Además, a veces se incluyen bonificaciones o beneficios que hayan quedado pendientes.
En pocas palabras, el finiquito es lo que salda las cuentas pendientes entre la empresa y el empleado cuando se va, sin importar cuál sea el motivo. Es un acuerdo en el que se refleja que ambos están satisfechos con los términos en los que ha finalizado el contrato.
Por eso, cuando dejes un trabajo te darán un papel para firmar, para que confirmes que has recibido todos los pagos por su parte. Los trabajadores lo usan como protección legal en caso de que haya desacuerdo.
¿Qué es la indemnización por despido? Todo lo que tienes que saber
Al contrario del finiquito, la indemnización por despido no se cobra en todos los casos en los que se concluye una relación laboral. Solamente se produce cuando el fin haya sido por voluntad de la empresa y no del empleado. Así, la indemnización sería la compensación económica por el perjuicio laboral que se haya podido producir.
Se produce en estos casos, aunque hay más situaciones:
- Despidos injustificados
- Accidentes laborales
- Incumplimientos de contratos
Por eso, si te despiden, deberás cobrar la indemnización, además del finiquito.
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